Pablo del Valle es antropólogo, vive en Cusco hace más de una década y es uno de los principales críticos a la construcción del aeropuerto de Chinchero. El texto que comparto ha sido publicado en su página de Facebook y difundido en este blog con su autorización.
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"El Aeropuerto de Chinchero como tal no estaba bien planteado como proyecto desde un principio, pues se ha pensado el Aeropuerto ante todo en términos de millones de pasajeros, como si el ingreso de plata por el turismo fuera lo único importante y eso pudiera justificar la utilización de la palabra "desarrollo". No ha habido ni un mínimo análisis del sentido mismo del turismo, pues para empezar, ¿es razonable hacer llegar entre 4 a 8 millones de turistas anuales a Cusco entre 2030 y 2050? ¿Para qué? ¿No está colapsando ya el Parque Automotor de la ciudad y las vías tal como el Cusco ya está ahora? ¿Y esos aviones con sus vibraciones no iban a destrozar todos los restos arqueológicos no solo en la zona de Chinchero sino en todo el Valle Sagrado? ¿Había algún estudio de resistencia sísmica en la zona del riquísimo patrimonio de restos arqueológicos colindante con Chinchero? ¿El estudio de ingeniería incluía un estudio detallado de la forma de tratamiento de la laguna de Piuray que provee el 50% del agua potable a Cusco y que está localizada precisamente en Chinchero (distrito de la provincia de Urubamba, provincia que tiene en su jurisdicción también al Valle Sagrado y a Machu Picchu)? 

Dicho sea de paso, uno se pregunta, y la Dirección Desconcentrada de Cultura del Cusco o el Ministerio de Cultura, ¿dónde está si peligran tantos monumentos arqueológicos? ¿Dónde está si los alcaldes varas, los varayocs de Písaq y su sistema de cargos constituyen Patrimonio Cultural de la Nación mientras los varayocs de Chinchero, un sistema de cargos tan complejo como el anterior, con este proceso del Aeropuerto, simplemente desaparecerá? Pues sabemos dónde están, sus funcionarios son trasladados en buses a Chinchero cuando llega alguna autoridad nacional como el Presidente de la República la vez pasada, para confirmar la adenda y la construcción, y funcionan como una portátil, para aplaudir la confirmación de la construcción del Aeropuerto de Chinchero por parte del gobierno.

Cuando vi a los ingenieros del Ministerio de Transportes y Comunicaciones en el campo y cómo trataban a los campesinos de Chinchero parecían una fuerza de choque de Kuntur o del gobierno. Su discurso es que "habían estado en situaciones más difíciles". Su idea central y su atención estaba en que "los campesinos estén tranquilos y no hagan problemas", "no se levanten", porque "habían vivido situaciones más difíciles en otros aeropuertos que habían construido". Es decir, estaban ahí por si los campesinos de las comunidades de Racchi Ayllu, Ayllupongo y Yanaconas (comunidades de los distritos de Chinchero y Huayllabamba en los que se va a construir el área de amortiguamiento del Aeropuerto) se tornaban en potenciales enemigos, porque se estaba haciendo la medición de sus tierras ya de verdad, de mucha gente que tenía de 50 años para arriba y que no había conocido otra vida que esa, la vida agrícola.

Es más, esos ingenieros tenían una estrategia para tratar a esas comunidades: Ayllupongo había aceptado 50 dólares por metro cuadrado (las otras comunidades decían que los de Ayllopongo habían recibido dinero por debajo para bajar el costo de las tierras), Yanaconas 80 dólares, y Racchi Ayllu 100 dólares. Divide y vencerás, y en sus conversaciones previas y "privadas" se preguntaban si mejor no era darles 20 dólares porque los que recibieron plata el 2012 "se podían molestar". Sin embargo, el precio por metro cuadrado en el Valle Sagrado es mucho más caro, y más les habría valido vendérselo a quienes quisieran poner un hotel por ahí, con un capital considerable.

Hay que tomar en cuenta que todos los campesinos estaban obligados a vender sus tierras por el Decreto de Expropiación que se cierne sobre ellos desde el 2012 también, dado que el Aeropuerto ha sido designado una obra de "interés nacional". Así que quienes no están contentos con esta venta entre los campesinos de Chinchero, sencillamente están obligados a sentirse resignados, porque si intentan una resistencia su lugar es la cárcel.

Todo ha sido improvisación y del lado de la política local, oportunismo político. El año anterior la popularidad del Alcalde Provincial había descendido de forma espectacular por el nulo tratamiento de la basura, el Gobernador Regional también está vinculado a adendas recientes con Odebrecht por la Vía de Evitamiento, ¿cómo no iban a apoyar a muerte el Aeropuerto, si pueden explotar y apelar con comodidad y violenta indignación al fantasma y al ogro furioso del centralismo limeño, cuando el Aeropuerto de Chinchero tal como estaba planteado por los estudios de Pre-factibilidad de Pro-Inversión y Kuntur Wasi no solo mantenía sino consolidaba el centralismo limeño? Ya lo comenté en otra oportunidad, en zonas de Cusco como Chumbivilcas o Paruro de lo que se habla es del centralismo cusqueño, es decir, del centralismo de las autoridades de la ciudad del Cusco. ¿No era este Aeropuerto una forma de consolidar el centralismo cusqueño, aliado al centralismo limeño (aunque aparentemente enemistado hasta que se construya ese Aeropuerto sí o sí), un mantenimiento del statu quo, y un mantenimiento del statu quo extremo tomando en cuenta que el grueso de empresas inmobiliarias y de empresas constructoras serán evidentemente extranjeras?

Es tan importante el oportunismo político que ha cundido en Cusco y el peso del centralismo cusqueño en su demanda del Aeropuerto de Chinchero que el alcalde de Urubamba, denunciado por violación, y violación comprobada con creces por los testimonios y reportaje de Anuska Buenaluque en Cuarto Poder, permanece tranquilo en su cargo, atendiendo en la oficina del Municipio y sin preocupación alguna respecto a las denuncias que se hicieron de su caso, y por supuesto no ha sido denunciado no sólo por ninguna de las autoridades regionales (Gobierno Regional y Alcalde Provincial), sino tampoco por los congresistas de la República que representan al Cusco, constituyendo una verdadera vergüenza para todas las tiendas políticas, pero quizás más y sobre todo para aquellas que enarbolan como parte central de su programa el respeto de los derechos de la mujer y el rechazo a la violencia sexual contra la mujer. Ningún político cusqueño de dimensión regional o nacional quiere hacerse cargo de esta denuncia contra el alcalde de Urubamba, que vive plácidamente el paso de sus días, porque su rol como abanderado en la lucha “radicalísima” contra el centralismo limeño podría sufrir una merma."